Carlos Azagra es el creador de la serie de còmic Pedro Pico y Pico Vena, que se publica en El Jueves. Estos personajes forman parte de la historia de la revista y del còmic. Son en cierta forma, patrimonio de aquellos que seguimos El Jueves desde "antaño". La suya es una trayectoria larga y sus anécdotas nos remiten a los tiempos en los que la libertad para expresarse era un camino fecuentemente laberíntico. Avezado en estos temas, sortea con mirada experimentada las incidencias con la censura actual. Una lección la suya, de coherencia entre pensamiento y trabajo.
Para los que no te conocen, ¿nos presentas Carlos Azagra?
Me presentaré: yo nací en un pueblecito de Sevilla llamado Morón de la
Frontera, pero viví en Zaragoza hasta que me vine a estudiar Bellas Artes
a Barcelona. Eso demuestra que los de Bilbao nacemos donde queremos. Yo quería
ser cartero de Correos por aquello de ir en Vespa amarilla, pero por culpa de
un juicio de escarnio a la religión católica me dediqué a esto. Una pena de 4
meses cárcel y 7 años de inhabilitación, no votar y no poder ser funcionario
tuvieron la culpa. Contacté con el equip Butifarra!, con Alfons López que es de
Lleida y ya me introduje en esto de dibujar que era lo que me gustaba…Diario de
Barcelona, Liberación , Makoki, hasta que en el 84 entro en el Jueves..y así
hasta ahora, publicando más o menos. Ahora menos
¿Qué
opinas de la situación de tu profesión en el momento actual?
Vamos hacia atrás como el cangrejo. A nivel de cobrar menos que hace 5
años y a nivel de libertad de expresión, no puedes decir según que cosas.
En mi caso por ejemplo, no pude poner “Telefónica” en una viñeta y me
recortaron el dibujo que tenía que salir en El Jueves, .Antes la censura era
política y ahora es económica. No puedes sacar el Corte Inglés o coca Cola, que
son los que mandan. Hace poco, en un
cartel de Festa Major, los que pagaban el cartel, la Opel, obligaron a
quitar una estelada catalana. Si no, no pagaban y la tuve que quitar,…Otra: el
Ajuntament de Barcelona de los tiempos de CIU, quería quitar una referencia al
“forat de la vergonya”, que si no, no pagaban. La AAVV se opuso ,se quedó sin
subvención y el logo municipal no se puso…Como esas a patadas!. Creo que ahora esto de la autogestión, el “yo
me lo guiso yo me lo como”, tiene su
futuro.. Actualmente hago libros editados por pequeñas editoriales, como
Malavida o GP ediciones: Estoy hecho un
cocinicas, El último Aragonés Vivo, Descubriendo a Mosén Bruno…En eso
estamos ahora
¿Cómo se
relacionan las nuevas tecnologías con tu trabajo?
Nada, yo sigo con plumilla. Sólo utilizo el Photoshop para escanear y cuatro
tonterías, cuatro botones. Eso si, te facilita mandar JPG. Antes se quedaban
los originales en la imprenta, ahora te los quedas tu, Eso si, internet te
facilita mucho la cosa, te puedes enterar más fácilmente de quien te piratea. La
última: un Pedro Pico y Pico Vena en ruso!....
¿Quién va
primero, el personaje o la historia que quieres contar?
Lo primero es la historia, el número de páginas y si interesa un personaje
o varios. Pero vaya, el que te lo encarga, más o menos ya lo tiene claro
¿Hacen falta
más dibujantes o más políticos ?
Lo que hace falta es que los dibujantes puedan cobrar, ni más, ni menos. Es
una profesión más venida a menos. Parece que no tienes derecho a cobrar por tu
trabajo Lo de los políticos es diferente, sobran, pero da mucho juego..Lo que si
que veo necesario es eliminar el senado que no sirve para nada, y que cobren
menos ,pues también…Menos puertas giratorias…
¿Cuál crees
que es la contribución de la Escola Ermengol para el conocimiento y la difusión
de este tipo de arte?
Pues hace su función, que tal como está el patio ,ya es bastante. Apoyar la
cultura, sobre todo esto del cómic, que ya de industria tiene menos, y se
convierte en algo testimonial, voluntarioso, lejos de aquellas tiradas de Bruguera
o las ventas del Papus. Malos tiempos estos, en los que tienes que rogar una
acreditación para poder entrar en el Salón del Cómic de Barcelona, cuando las
editoriales, Ficomic y todo ese conglomerado viven de nuestro sudor ,ya que sin
dibujantes, esto se acaba
Núria Mallol